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Bewertung
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Un viaje gastronómico que no justifica su precio Recientemente visité Anthony, un local que promete mucho desde el exterior, pero cuyo interior me dejó pensando en el valor real de lo que ofrecen. La carta, aunque atractiva a simple vista, resultó ser más aspiración que realización. Los platos, aunque bien presentados, no logran justificarse en relación al precio. Unos ingredientes que, lejos de ser exóticos o de primera categoría, bien podrían encontrarse en el mercado local, pero con un margen de ganancia que invita a preguntarse si el verdadero arte está en la cocina o en los precios inflados. La lasaña, aunque sabrosa ,podría haber sido la estrella en una comida familiar… si no fuera por...