4 /5
Bewertung
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Lo mejor fue el servicio. Me sentí como un caballero de la mesa redonda. Me servían el agua, me colocaban los cubiertos, me explicaban la carta y me daban conversación de la mejor forma que jamás he podido observar. Una delicadeza magnífica y un trato espectacular. Nos pedimos, los 5 comensales, el menú del día (un menú que por solo 20€ es una pasada, en mi opinión) y de entrante el humus (que buena que está esa creación divina joder, me lo pediría 1000 veces más). Mi único problema es que los platos que yo elegí del menú me parecieron un poco desafortunados, pero no pasa nada: de errores se aprende y el postre estaba tan exquisitos (tarta de queso con cacabetes) que me quedé sin palabras