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11 días asomándose Julio, no cantando, comiendo. Juan Carlos e Iván con profesionalidad y humanidad, hacen de su lugar, un encuentro para con la oficina del estómago, pues la única manera de gozar con los pantalones puestos es comiendo, para el resto, hay que quitárselos. No me olvido de Jesús y Javier, personal que atiende junto a los dueños anteriormente citados, en la variedad de su carta, ofreciendo una eterna sonrisa con buen humor pese a tener que llegar a una completa sala y salón sirviendo en en las distintas islas que componen sus mesas, un bioma de ideas culinarias con la sazón especial que tienen las manos de quienes están en la cocina. Procuran que sus productos cumplan con su re...