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Bewertung
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Definiría la experiencia como algo muy familiar. Debido al calor, hemos comido dentro, lo cual ha tenido ventajas y alguna desventaja. El sitio por dentro, es acogedor y decorado a la antigua, pero con mucho gusto. Estar dentro, nos ha aportado una temperatura increíble en este día tan caluroso… el problema han sido las quejas reiteradas que se repetían dentro de la cocina, pero, por lo demás, los camareros y la maître han sido de lo más amables y resolutivos. En cuanto a la comida, poco que objetar, platos clásicos terminados con buena destreza. En esta ocasión, calamares de potera en su tinta y unos canelones como los de la abuela. Eso sí, lo que ha brillado han sido los postres, la greixo...