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Bewertung
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Veníamos de Perlora en dirección a Cabo Peñas, pasando por Luanco nos encontramos con dos restaurantes familiares de buen aspecto y nos decantamos por este, ya que el otro estaba lleno. Pues el recibiendo no pudo ser mejor, el dueño del negocio y portavoz familiar nos recibió amabilísimamente y nos ofreció sitio en terraza para tomar sidra que era lo que queríamos de inicio, y forma original con un muñeco que escancia el vaso al presionar el botón. Un vez entramos al comedor, pudimos degustar conjuntamente un combinado de fabada y pote asturiano que nos dejó con escasas pero rentables ganas para acabar el bonito a la plancha con patatas que venía después. Aprovechen la oportunidad de ir, si...