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Bewertung
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Una auténtica maravilla. En un lugar idílico, alejado de todo, con unas vistas increíbles, una comida simplemente espectacular, servida con enorme simpatía y cariño. El propietario, un auténtico maestro de la brasa, con un conocimiento profundo de su producto y unas enormes ganas de satisfacer al cliente. Blanca, la camarera, amable, servicial y encantadora. Un lugar para repetir, sin ninguna duda. El entrecot simplemente espectacular, pero toda la comida muy recomendable. De 10. Eso si, hay que ir con hambre y sabiendo que se va a un menú cerrado, como imponen las circunstancias del lugar. Abstenerse veganos!