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Bewertung
★
Después de varias visitas a este lugar, esta noche ha sido la decisiva para no volver. En primer lugar, el trato recibido por parte de un camarero con gafas ha sido nefasto, nos ha vacilado cuando hemos pedido una cerveza y una tapa. En segundo lugar, dicha tapa dejaba mucho que desear, una trozo de tortilla de patatas que además de estar recalentada estaba mala y dura. Y en tercer lugar, la última sorpresa que puedes llevarte, al pagar 3,8 euros por una caña sin tapa y una copa de vino con tapa. Pero sobre todo, hago hincapié en el trato humillante, lo peor que pueden hacer es intentar reírse del cliente.