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Bewertung
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No suelo ser muy fan de los Gambrinus porque no suelen tener cocina de calidad y además suelen servir CRUZCAMPO o Heineken y ninguna me gusta, pero tengo que decir que en este caso los prejuicios me jugaron una mala pasada. Una terraza estupenda y agradable, un servicio excelente, AMSTEL en lugar de CRUZCAMPO, unos vecinos de mesa muy majetones y la comida de 10, pimientos del país muy ricos, unos pintxos morunos de bandera y una ensalada riquísima. Un sitio muy recomendable.