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Bewertung
Hay un lugar tranquilo y acogedor. Inmerso en una piñada natural que proporciona una sombra, que es para agradecer, después de una comida generosa. No tengas hambre. Así es, tienes que entrar sin prisa. El servicio es muy atento, lo que te hace olvidar la espera dilatada para que te expongas, para recibir tu atención. La paciencia para recibir los servicios de los camareros, sería compensada, si lo utilizaran en la cocina para no presentar ningún plato no hecho. Presentación que incita a recurrir de nuevo a la paciencia mencionada. Esta espera ancha, dispensada por los camareros, y la velocidad extrema en la eliminación de los platos, por parte de la cocina, sería excusada si no se le diera...