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Bewertung
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Llegamos de casualidad porque nos lo recomendó el estanquero. Gran acierto, cenamos allí las 3 noches que nos alojamos. Kike gran profesional, es un espectáculo ver como escancia la sidra. El pastel de cabracho de los mejores que he probado. Las raciones generosas y bien presentadas. El pulpo en su punto de cocción, el cachopo tan tierno que se deshace entre el cuchillo. Tienen una gran terraza en zona peatonal por lo que estas en la gloria sin ruidos ni contaminación. Volveremos, seguro que volveremos