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Bewertung
★
Paramos a desayunar y fue de los lugares más lamentables en los que paré. Según entramos aún sin tomar asiento ya nos aborda una mujer, interrogándonos “qué queréis” sin ni dar los buenos dias. Pedimos dos cafes sin lactosa acompañados de un par de tostadas con tomate. Cuando aparecen con los cafés solamente es uno sin lactosa, a lo que responde el camarero, “bueno, ahora ya está, bien lo tomas no?”. Callamos y nos quedamos con el. Cuando llegan con las “tostadas” quedamos con la boca abierta, dos rebanadas de “pan bimbo” calientes con un botecito de mantequilla. Se le indica que eran dos barritas con tomate, a lo que nos las retiran y vuelve al minuto el señor con ellas, tras quitar el bote...