4 /5
Bewertung
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Pequeño restaurant especializado en carnes a la parilla. Atención intima, con una pequeña carta, pero con un muy trato a la carne. Es increíble las horas que le dedican a cada pieza en la brasa, ¡realmente se nota a la hora de comerla!; en su punto, jugosa y muy tierna. Hace que te de vergüenza llamar parrilla a la carne a la brasa que hacemos los domingueros en casa! Probé el Matambre relleno, el vacio y el lomo bajo, y en ese punto nos obligamos a parar, por que aquello no tenía fin, y ni lo queríamos conseguir. Hay que ir en invierno, cuando las hordas de turistas perturben la tranquilidad del restaurant